Una Francia conservadora y muy pudica. A finales de enero fue retirada en Clichy una instalacion que ya habia exhibido en otras ciudades del mundo. Se trata de la obra de la artista Zoulikha Bouabdellah “Silence”. La obra consistia en una instalacion hecha de zapatos de tacon de mujer sobre alfombras para la oracion de los musulmanes, provocando la indignación de Israel. Ese mismo año colgaba en la feria otra polémica pieza de León Ferrari: un Cristo crucificado en un misil. Más recientemente, hubo presiones por parte de un colectivo católico para tratar de retirar una obra de una exposición en el Reina Sofía porque la consideraban ofensiva con su religión. El arte siempre mas censurada. Parece que este año la feria mas importante de Madrid, la fiera Arco, las obras se hayan puesto mas serias y politicamente correcta. Hay muchas obras que tratan temas sociales y políticas, pero, ¿y religiosas? Que sea por miedo a represalias tras el atentado a «Charlie Hebdo» por las caricaturas de Mahoma? ¿Prima la libertad de expresión o el respeto a las religiones? En el mundo del arte muchas veces es confusa esa delgada línea. Segun algunos galeristas presentes en la feria ARCO de Madrid sobre este eterno debate «cada cual impone sus propios límites. En el arte contemporáneo hay un grado de riesgo muy elevado pues se reflexiona sobre planteamientos que rompen el orden establecido. Pero no todo vale». Más que de autocensura, prefiere hablar de responsabilidad. Otros artistas censurados en sus carreras artisticas son Ai Weiwei y Tania Bruguera. Ninguno de los dos ha tenido la opción de venir a ARCO. El primero continúa en arresto domiciliario en Pekín, la segunda en La Habana. Ninguno puede salir de su país. ¿Sus delitos? Hacer obras de arte molestas para los regímenes dictatoriales de sus respectivos países. Tania Bruguera, debía venir a la feria para restaurar una pieza (un traje hecho con tierra cubana que lució en una performance), que iba a exhibirse en el «stand» de Juana de Aizpuru. En su lugar se muestra una pieza conceptual de esta artista: un soplete lanza su llama contra un huevo colocado sobre una peana. La artista tiene miedo de que, si la dejan salir del país, no pueda volver a entrar. Para ella sería aún más duro. Es muy cubana», comenta la veterana galerista.
